¿Ganas de playa, piscina o montaña para disfrutar de las vacaciones? Seguro que tienes muchas ganas de que llegue ese esperado viaje o simplemente te apetezca descansar y gozar del sol y los días largos.
Cuidarse la piel es importante todos los días del año, pero nos gusta hacer hincapié en la importancia del cuidado de la piel cuando ésta tiene una mayor exposición al sol y al calor. En estas fechas es esencial mantener nuestra piel bien hidratada y protegida.
Si no le prestamos a nuestra piel la atención que se merece, nuestra piel podrá envejecer de forma prematura, perder elasticidad, adelantar la aparición de arrugas, volverse más seca y áspera o descamarse, entre muchas otras. Y, como consecuencia más grave, también aumentamos el riesgo de desarrollar un melanoma.
Para mantener tu piel sana este verano, continúa leyendo este post.
¿Qué hacer para cuidar nuestra piel en verano?
A continuación, te daremos una serie de consejos para que tu piel no sufra este verano.
Protege tu piel del sol
Una excesiva exposición al sol te pone en riesgo de sufrir quemaduras solares. Sabemos que tenemos una quemadura solar cuando presentamos los siguientes síntomas:
- – Piel enrojecida, caliente y sensible
- – Aparición de ampollas
- – Fiebre o escalofríos
- – Piel pelada días después de la quemadura
Dependiendo de la gravedad de la quemadura aparecerán unos síntomas u otros, pero ningún tipo de quemadura es bueno. De hecho, desmitificamos la creencia de que, para broncearse, sea necesario quemarse primero porque “lo rojo se convierte en moreno”. Nada más lejos de la realidad. Cuando las quemaduras solares penetran en las capas profundas de la piel, dañan nuestras células. Es posible broncearse sin pasar por quemaduras solares.
¿Cómo nos podemos proteger del sol?
- – Con protector solar: Aplícalo 30 minutos antes de exponerte al sol y vuelve a ponértelo cada 2-3 horas de exposición.
- – Evita tomar el sol a las horas centrales del día: de 12 a 16 h es cuando nuestra piel tiene más riesgo de sufrir quemaduras.
- – Usa ropa que te proteja: trata de vestir con ropa que proteja las zonas más propensas a sufrir quemaduras: hombros, escote y nuca. Una buena idea es llevar camisetas de manga corta y una gorra o sombrero.
Más adelante explicamos las diferencias entre los diferentes tipos de protector solar y los autobronceadores.
Mantente hidratado
Beber 2 litros de agua al día es esencial para mantener nuestro cuerpo hidratado, no solo en verano, pero especialmente en esta época por el exceso de calor, sequedad y aires acondicionados o ventiladores.
Además de beber agua, podemos aplicarnos cremas hidratantes faciales y corporales que mantendrán nuestra piel fresca, luminosa, elástica y suave. Es importante hacerlo en una rutina de limpieza diaria, por la mañana y por la noche.
Por último, cada vez que nos hayamos expuesto al sol, es recomendable el uso de aftersun para mantener la piel bien hidratada.
Sigue una dieta saludable y equilibrada
Lo que comemos también tiene un impacto en el aspecto y la salud de nuestra piel. Una alimentación equilibrada nos ayuda a mejorar su apariencia y a combatir muchas enfermedades cutáneas, tales como el acné o la dermatitis.
En concreto, una dieta equilibrada ha de ser rica en frutas y verduras, ya que sus propiedades antioxidantes ayudan a regenerar las células de nuestra piel. Además, es importante que el aceite usado de forma habitual sea el aceite de oliva. Su alto contenido en vitamina E protege a nuestras células del estrés oxidativo. Por último, el alcohol favorece la degradación del colágeno de nuestra piel, de forma que adelanta la aparición de arrugas. De este modo, recomendamos un consumo muy reducido o inexistente de bebidas alcohólicas.
¿Qué protector solar debo usar?
Para elegir el mejor protector solar, deberás tener en cuenta algunos conceptos clave que seguro que ya te suenan:
- – SPF (Sun Portection Factor): este acrónimo nos indica el grado en el que nuestro protector solar nos protege de los rayos UVB. Existen diferentes tipos: 15, 30, 50…
- – Rayos UVA: estos rayos son los que dañan el ADN de nuestras células y las envejecen. Se asocian al daño de la piel a largo plazo, como es el caso de la aparición de arrugas o desarrollo de algunos tipos de cáncer.
- – Rayos UVB: estos rayos son los que causan las quemaduras de nuestra piel y pueden dañar de forma directa el ADN de nuestras células.
Los profesionales de la salud recomiendan el uso de un protector solar de mínimo factor 30 y que sea de amplio espectro. Que sea de amplio espectro quiere decir que nos proteja tanto de los rayos UVA y UVB.
Aun así, deberás elegir el protector solar que mejor se adapte a tu piel, al tiempo que vas a estar expuesto y al momento del día o año que lo vas a usar. Por ejemplo: elige un protector solar con un factor más elevado si vas a tomar el sol en la playa en julio.
¿Protector solar o autobronceador?
Cada vez se está haciendo más popular el uso de autobronceadores. Este producto no tiene nada que ver con el protector solar. Te explicamos en qué consiste el autobronceador.
El autobronceador es una alternativa que usan muchas personas de piel muy blanca que no consiguen broncearse de forma natural. Se trata de un producto cosmético que produce un bronceado artificial sin la necesidad de exponerse al sol para ello.